Siempre he sido de dormir poco. No soy de las personas que necesita dormir mil horas para levantarse descansada, pero llevaba unos meses que dormía menos de lo normal y lo peor de todo es que no descansaba por la noche porque tenía pesadillas y me despertaba con taquicardias y luego no podía volverme a dormir. Con este ritmo de sueño, los días tampoco eran buenos y estaba ya desesperada. De verdad que hubo momentos que pensaba que me iba a volver loca por la falta de sueño. 

Aprovechando que tenía sesión con Mónica, se lo comenté a ver si podía echarme una mano, y en esa sesión y con un remedio de lo más sencillo, mis problemas con el sueño han desaparecido. Duermo más horas seguidas, soy capaz de volver a dormirme cuando me despierto antes de tiempo y, sobre todo, descanso bien y sin pesadillas. Si sabéis lo mal que se pasa en estos momentos entenderéis que diga que Mónica me ha salvado la vida.