No tengo palabras para describir la “magia” que Mónica hace a los que acudimos a ella con algún encogimiento en el alma, más allá de lo racional, de lo comprensible, de lo sentible,… podría recomendárosla un millón de veces y me quedaría corta. Cuando me inunda aquella cosa que me encoge el corazón, siempre acudo a ella. No te quedes con el corazón encogido, prueba la magia de Mónica, no te defraudará.